A principios de este mismo año, durante el mes de
febrero, Skysports y BT lanzaban una bomba informativa que dejó a todos los
aficionados al fútbol, y más concretamente a los fans de la premier league,
atónitos. El nuevo acuerdo de venta de los derechos de difusión de la liga
británica rompió todo límite conocido y permitió a cualquier club de la liga,
siempre dentro de unos parámetros, soñar con llegar a convencer a jugadores que
nunca hubiesen imaginado.
Cabe recordar que en la Premier League, a diferencia de
otras ligas, todos los clubes reciben la misma cantidad de ingresos derivados
de la venta de los derechos televisión. Así pues, tras este último cambio, cada
uno de los clubes de la liga más antigua del mundo ha recibido la increíble
cifra 130 millones de € en concepto de ingresos por venta de dichos derechos
televisivos. Para que se hagan una idea, para la temporada 16/17 los equipos de
la Liga Santander recibirán, de media, 48,8 millones de €, teniendo en cuenta
que un tercio del total está reservado para FC Barcelona (140), Real Madrid
(140) y Atlético de Madrid (67). Esta letal diferencia es un arma de doble filo, tanto a
nivel deportivo como a nivel económico. Vamos a analizar, en primer,
algunas de las consecuencias deportivas que esto puede acarrear:
La consecuencia más clara y directa es un claro
incremento de calidad y talento en todos los equipos que forman la liga. La
posibilidad de realizar fichajes que antes no estaban al alcance ha permitido a
los diferentes mánagers (figura del entrenador, entre otras, en Inglaterra)
buscar las piezas clave para completar su plan y poder llevar a cabo sus ideas
futbolísticas con mayor precisión. Un ejemplo es ver como todo un Álvaro
Negredo, ex-jugador de la Roja y de Manchester City entre otros, está liderando
el ataque del modesto Middlesbrough, ahora a las órdenes de Aitor Karanka. Si
bien es verdad que el jugador español no está en su mejor momento, hay otros
casos como el del fichaje de Benteke por el Crystal Palace, con una cifra total
de 31,2 millones de € o la posibilidad del West Ham para mantener a toda una
estrella internacional como Dimitri Payet que si reflejan el poderío de los
equipos menores. Este incremento de talento, tanto en clubes grandes como
pequeños, conllevan indispensablemente a una mayor igualdad y brillantez en los
terrenos de juego.
Otro de los más que posibles outputs de esta nueva
situación, es, claramente, una mayor presencia europea en las próximas
temporadas. En los últimos años hemos sido testigos de la peor dinámica en
competiciones europeas por parte de los equipos de la Premier League. El último
club inglés que resultó vencedor de dicho trofeo fue el Chelsea de Di Matteo en
el año 2011-2012, ganando a todo un Bayern en los penaltis contra todo
pronóstico. A parte de eso, la participación de los demás clubes, denominados
como “grandes”, ha sido meramente testimonial, sin llegar a plantar cara en el
terreno de juego a ninguno de sus homólogos de otros países. Ni las libras de
Manchester ni la paciencia de los “gunners” con Wenger han logrado devolver el
lustre al país que vio nacer este deporte, veremos si al conseguir una liga más
competitiva, dichos clubes vuelven a sacar pecho entre los gigantes.
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