Parece
que se cae, que se ha empachado de balón, que va a perder la pelota y entonces
aparece un pase, un chut, un regate, un gol. Es un guerrero, nunca se cansa,
nunca para, siempre presiona, siempre va. Le ha costado mucho llegar donde
está, y no piensa dejar pasar la oportunidad de hacerse un hueco en la historia
de uno de los clubes más grandes del mundo. Así es Luis Suárez, el hombre gol
del Fútbol Club Barcelona.
Él es el hombre de este Barça, más allá de
Messi, que está por encima del resto de los futbolistas que hayan pisado nunca
un campo de fútbol, Luis Suárez es el hombre de este Barça de Luis Enrique.
Suyo fue el gol que dio al Barça la quinta Copa de Europa y suyo fue el gol
contra el Real Madrid que sirvió para certificar la primera Liga de Luis
Enrique. Dos goles muy distintos; el primero llegó después de un rechace de
Buffon, Suárez había seguido toda la jugada y estaba en el lugar preciso en el
momento exacto para enviar el balón al fondo de la red. Fue un gol de nueve
puro, de olfato goleador, de saber estar donde toca y cuando toca. El segundo,
contra el Real Madrid, fue un gol de clase y de técnica. El desmarque al
espacio para que Alves le hiciera un pase excelente ya fue por si una obra de
arte, luego el control y la definición demostraron que estamos ante un jugador
diferente. Y es que eso no lo puede hacer cualquiera. Dos goles emblemáticos
que definen la esencia de un delantero especial.
Demasiado
tiempo estuvo el Barcelona convenciéndose de que no le hacía falta un nueve, de
que con Messi jugando por el centro esa figura era innecesaria, pero lo cierto
es que los dos tripletes que ha conseguido el club en su historia han sido con
dos delanteros centros de aúpa: Samuel Eto’o y Luis Suárez. Samuel como Luis,
jugaba por y para el gol. Esa era su única obsesión.
Nombrado MVP del Mundial de Clubes, Luis
Suárez ha acabado de la mejor manera su mejor año. Un 2015 de ensueño que lo ha
convertido en uno de los mejores jugadores del mundo. Aunque por muchos
títulos, reconocimientos y goles que pueda marcar, él seguirá luchando cada
balón como si le fuera la vida, buscando cada gol como si no hubiera mañana y
disfrutando del sueño en el que vive, por el que tanto ha luchado.
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