Después
de un mes y medio de competición el Clásico entre Real Madrid y Barça nos resolverá
muchas dudas de cómo se encuentra cada equipo. Hasta el momento, ambos
conjuntos han ido resolviendo bastante bien todos sus partidos de Liga, y si el
Madrid llega a cuatro puntos del Barça es por culpa de su mal arranque inicial ya que encadenó dos derrotas seguidas en las tres primeras jornadas ante Real Sociedad y Atlético
de Madrid. Sin embargo, después de los últimos partidos parece que las fuerzas
se han igualado y tanto Barça como Madrid llegan a un buen nivel.
El
Real Madrid lleva varios encuentros avasallando a sus rivales a base de goles
y buen fútbol. Los últimos partidos del conjunto blanco han sido como una tormenta
perfecta de juego ofensivo. Y es que es el equipo de Europa con
los jugadores más determinantes en los metros finales: Cristiano, Bale,
Benzema, James, Isco, Chicharito… parecen ver la portería rival el doble de
grande que el resto de equipos. La única incógnita que sobrevuela al conjunto
de Ancelotti es averiguar si el equipo ha resuelto las lagunas defensivas que
tuvo a principio de temporada. A priori, los últimos partidos nos hacen pensar
que sí, aunque está por ver cómo reacciona el equipo ante un rival del nivel del
Barcelona. Y es que ganar al Barça es la mejor manera de demostrar a la afición
que el equipo vuelve a ser el de
la temporada pasada. Sólido en defensa y perfecto en ataque. Además, el Real
Madrid llega con Cristiano Ronaldo en plena forma habiendo marcado 13 goles en
siete partidos de Liga. Parece ser que ni la Décima, ni el Balón de Oro, han saciado su
sed de títulos y verlo jugar sigue siendo todo un espectáculo.
Por
otro lado, el Barcelona suspendió su primera prueba de nivel de la temporada al caer en Champions contra el PSG. El Clásico es el partido perfecto para demostrar
que lo de París fue un accidente y que el equipo de Luis Enrique también sabe
competir ante grandes rivales. Los azulgranas tan sólo ha perdido dos
puntos en Liga pero a pesar de su inmaculada trayectoria tienen varias
asignaturas pendientes. El Barça debe seguir aumentando la
fluidez de su juego ofensivo si quiere recuperar aquél fútbol único y
distintivo que no hace tanto era admirado por el mundo entero. En ataque, el equipo vive de
los goles de Messi y Neymar, y mientras todos esperan a Luis Suárez, Pedro no
está dando el nivel que se espera de él, mientras Munir y Sandro aún tienen mucho que aprender y deben seguir con su progresión. La llegada de Luis Suárez debe aportar
más gol al equipo, pero sólo Luis Enrique sabe si jugará en el Bernabéu.
El
último clásico del año nos permitirá ver con claridad los puntos fuertes y las
debilidades de cada equipo. Hasta ahora, los partidos de Liga nos han arrojado
un poco de luz para poder intuir el nivel de cada equipo, pero el Clásico será como si saliera el sol y todo quedará al descubierto.
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