El Madrid se ha desprendido de Ángel Di María habiendo hecho el mínimo esfuerzo
por intentarlo retener. El Fideo se ha ido del club blanco después de
haber rechazado una renovación que le ofrecía cobrar unos tres
millones y medio de euros por temporada. Aproximadamente, un millón y medio más
de lo que cobra un recién llegado como el portero Keylor Navas, quién cobra
unos dos millones por temporada.
El Fideo, consciente de su gran rendimiento en las últimas
temporadas, considero la propuesta de renovación un insulto y el Madrid no
mostró ningún interés en mejorarla. A pesar de que Ancelotti proclamase
públicamente que el club debería hacer un esfuerzo económico por Di María, a
Florentino no le salía a cuenta pagarle al argentino lo que a Bale o James
cuando es un jugador que no vende camisetas ni tiene un gran tirón
mediático.
Por ello, el Real Madrid guiado por una decisión más
económica que futbolística, se ha desprendido de un jugador más que necesario
para el esquema táctico blanco. Di María se acoplaba perfectamente a todas las
posiciones del ataque, tenía gol y daba unos pases extraordinarios. Aunque lo
que más echarán de menos en el Santiago Bernabéu será su movilidad, la que
permitía desordenar las defensas y crear espacios para Bale, Cristiano y
Benzema.
Y es que la decisión de vender a Di María puede marcar la
temporada blanca, sobretodo en abril y mayo, cuando el Madrid deba defender su
preciada Décima en campos como Stamford Bridge, el Allianz Arena o el Camp Nou.
Veremos entonces si los blancos echan de menos a su ángel y Florentino maldice
el día en que ofreció a Di María cobrar un poco más que Keylor Navas.
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