Después de las emociones del Clásico y la jornada de Liga entre semana, empezamos a poner la vista en los cuartos de final de la Champions League. Aunque, como no podía ser de otra manera, aún se sigue hablando del enésimo partido del siglo y el baccatazo del Madrid en Sevilla.
A diferencia de otros años, no se decidió la Liga en el Clásico del Bernabéu. Lo que estaba en juego eran las aspiraciones del TataBarça para poder seguir en la lucha por el título. Todo ello, gracias a un Atlético de Madrid que parece emperrado en disputar la Liga hasta el final, como si con la Champions League no tuviese suficiente.
Simeone ha hecho de un grupo de jugadores una familia unida y comprometida. Un equipo con hambre que juega por y para ganar. Ha conseguido transformar un club depresivo en ganador, creando un equipo rocoso e intenso. Con el Cholo, el Atlético de Madrid ha recuperado su gloria de antaño, resurgiendo de sus cenizas como ave Fénix que muere para renacer con toda su gloria.
Un equipo que se sustenta en cimientos belgas, magia turca y samba hispano-brasileira. Thibaut Courtois, Arda Turan y Diego Costa guían al Atlético de Madrid hacia metas desconocidas e impensables. Con esta filosofía, ha conseguido lo que parecía imposible, disputar una Liga a los dos gigantes del fútbol español y ser líder en la jornada 30. De aúpa.
Un equipo que se sustenta en cimientos belgas, magia turca y samba hispano-brasileira. Thibaut Courtois, Arda Turan y Diego Costa guían al Atlético de Madrid hacia metas desconocidas e impensables. Con esta filosofía, ha conseguido lo que parecía imposible, disputar una Liga a los dos gigantes del fútbol español y ser líder en la jornada 30. De aúpa.
Los cuartos de final de la Champions quizás sean otra historia, allí juega otra mística y otra magia, aunque en el Atlético nadie duda que se puede eliminar a quién se ponga por delante. La filosofía es clara: humildad, coraje y Cholo, siempre Cholo.
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