Marcó Piqué y las redes sociales echaron humno. Los seguidores del catalán, español, culé y marido de Shakira aprovecharon para reivindicarlo y vengarse de sus detractores. La mayor parte de los últimos, callados. Y el futbolista del Barça aprovechó para mandar otro recadito en la entrevista que le hicieron a pie de campo: su hijo estaba en la grada viéndole, con la camiseta de la selección. Zasca.
Piqué vs abucheos. ¿Con quién quedarse? Con los dos. Razón: la sacrosanta libertad de expresión prevista en el art. 20 de la Constitución Española. No sé si el 3 del Barça y de la selección española hace bien en aprovechar cualquier ocasión para provocar, ridiculizar y cachondearse de sus rivales. Es su estilo. No lo comparto, pero lo respeto y lo defiendo. Otros no, le pitan y le recriminan (¿exactamente qué?) cuando juega con la Roja. Ni lo entiendo ni me gusta. Pero lo respeto y lo defiendo. En ambos casos se está ejerciendo la libertad de expresión. Por suerte.
El partido de ayer nos dejó dos nombres más. Uno es Iniesta; mejor dicho, don Andrés Iniesta. Sí, con el "don" delante. ¡Qué menos! Ayer, como de costumbre, fue designado el jugador más valioso del partido. Y es que ofreció un nuevo recital de cómo hacer fácil lo difícil, de cómo bailar con el balón entre montañas de músculos a toda velocidad. Muchas gracias don Andrés.
El otro nombre del partido fue David De Gea. Sumido en un escándalo mayúsculo, el portero del Manchester hizo un gran encuentro, con paradas de mérito. Mi enhorabuena. Aunque no sé si debo dársela al guardameta o a don Vicente Del Bosque.
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