Los 5 momentos que podrían haberlo cambiado todo

El fútbol es un deporte que se mide por momentos. Milésimas de segundo que hacen cambiar el acontecimiento de un partido, de una eliminatoria o de un torneo. Guardiola consiguió su primera Champions con el Barcelona después de que Iniesta, en el último suspiro de la eliminatoria contra el Chelsea, pusiera un balón a la escuadra de una de las porterías de Stamford Bridge. El Madrid, consiguió la Décima en el minuto 93, gracias a un gol de Sergio Ramos que cambió su historia para siempre. Así es el fútbol, los partidos son el resultado de la suma de todos los detalles que se van dando durante los noventa minutos de juego.

Durante estas semifinales de la Champions League, los momentos han vuelto a dar cuenta de su importancia en este precioso deporte:

1. La cara de Cristiano Ronaldo fue un poema durante los minutos previos al inicio del encuentro. Luego, la desesperación dio paso a los nervios. El Madrid lo echó de menos cómo hacía tiempo que no se recordaba. Le faltó pólvora al equipo de Zidane, quién tuvo sus dos ocasiones más claras en las botas de un central y un mediocentro defensivo. Si hubiese jugado, todo habría cambiado. 

2. Aunque el balonmano no es un deporte típico en Inglaterra, el pie que Hart le sacó al cabezazo de Casemiro podría haber sido digno del mismo David Barrufet. Fue un detalle de los que marcan la diferencia.

3. Probablemente este fue el gran momento de la eliminatoria. Cuando todo el mundo estaba a punto de cantar gol, Joe Hart se estiró de pies y brazos para hacerle la portería bien pequeñita a un jugador que pocas veces tiene situaciones en las que dispara en boca de gol. Pepe, con todo a su favor, sólo vio a un hombre de amarillo haciéndose cada vez más grande. 

4. El niño Torres siempre aparece. Viviendo una segunda juventud, el mito rojiblanco parece convencido de levantar la primera Champions League del conjunto del Manzanares. Sin embargo, su balón se fue al palo y no pudo dejar sentenciada una eliminatoria que el Atlético tendrá que luchar hasta el último minuto.

5. Cómo si estuviera enfadado con el mundo, Alaba lanzó un mísil desde 40 metros que a punto estuvo de destrozar las redes de la portería de Oblak. Pero en este caso, la suerte se tiño de rojiblanco y el palo desvió un gol que lo hubiera cambiado todo. 

El secreto de la felicidad se encuentra en los detalles más pequeños, y el secreto de la Champions League, también. 





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