Estos días se ha iniciado un
debate alrededor de las mujeres en el mundo del deporte como consecuencia del nombramiento
de Gala León como capitana del equipo español de tenis para la Copa Davis. Su
elección no ha sentado nada bien en las altas esferas del tenis español y desde
que se conoció la noticia no hemos parado de oír opiniones contrarias a esta decisión. Toni Nadal, el tío de Rafa Nadal y a la vez su entrenador, encontró
multitud de problemas a su nombramiento. Desde el inconveniente para los tenistas
de hacer pis enfrente de una mujer (debe ser que
los vestuarios de tenis no tienen puertas en los lavabos), hasta el hecho de
que Rafa, el jugador número 1 del tenis español, no conoce personalmente a Gala León (por
suerte el presidente de la federación española de tenis se ha comprometido a
presentársela).
Y es que… ¿una mujer dirigiendo
a Rafa Nadal? No podemos obviar que España haya avanzado en los últimos años, pero… ¿que
una mujer dirija a nuestro Rafa? ¿uno
de los deportistas españoles más laureados de la historia? Ah no, por allí Toni,
como muchos otros, sí que no pasa. Esta claro que si alguien considera que Gala
León no es la persona más adecuada para ejercer este cargo tiene todo el
derecho a decirlo, pero siempre y cuando sus motivos sean exclusivamente
deportivos y su opinión no venga condicionada por el hecho de que Gala León sea una mujer.
Y es que la mujer en el deporte
masculino es como una mosca detrás de la oreja, molesta, molesta mucho. Y no lo
digo yo. Lo dicen los números. No hay ninguna mujer en el deporte masculino
español que ocupe un puesto de referencia. Sin embargo, al revés, es lo más
normal del mundo. La mayoría de equipos femeninos de fútbol y baloncesto son
dirigidos por hombres. Y aquí nadie ha visto ningún problema.
Pero esta situación no se vive
sólo en España, es normal en todo el mundo del deporte profesional. Tan sólo el tenista británico Andy Murray, que
tiene como entrenadora a Amelie Mauresmo, exjugadora francesa campeona de dos
Grand Slam y 25 títulos individuales, parece no encontrar ningún problema en
que una mujer le dirija desde la grada durante un partido de tenis. En fútbol, el único equipo profesional que cuenta con una mujer en su banquillo es
el humilde Clermont Foot Auvergne, equipo de la segunda división francesa que
tiene como entrenadora a la francesa Corinne Diacre.
Sin embargo, estoy seguro de que llegará el día en
que la mujer tendrá el mismo papel que el
hombre en el mundo del deporte profesional y nadie buscará problemas donde no los hay, como ha sucedido con el nombramiento de Gala León. Entonces podremos ver al Barça o al Real Madrid entrenados por una mujer sin que nadie ponga el grito en el cielo. Pero estas situaciones parecen por ahora
imposibles, o más bien, improbables. Y es que para ello, nuestra sociedad aún tiene un
largo camino por recorrer hacia la igualdad de derechos entre mujeres y hombres
en el deporte profesional. Por suerte ya lo dice el refrán: en la vida todo llega, todo pasa y todo... cambia.
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