Diecisiete de mayo. Termina una temporada más de
futbol sin pena ni gloria para un Valencia CF realmente lastrado. Respecto de
los últimos años, la calidad del equipo ha descendido drásticamente y ello
queda reflejado en la tabla de clasificación: octavos y sin posibilidad de
entrar en Europa, algo que no sucedía desde hacía diecisiete años. En Copa del
Rey el equipo quedó descartado temprano ante un poderoso Atlético de Madrid y
en Europa League fue eliminado dolorosamente ante un Sevilla que al final
resultó ser el campeón del torneo.
Tres de septiembre. Aún no han
pasado cuatro meses desde el desilusionante final de temporada. Sin embargo, el
ambiente se respira distinto en la capital del Turia. Se percibe cuando catorce
mil aficionados acuden a la presentación de un nuevo fichaje, o cuando las
taquillas se ven obligadas a colgar la pancarta de “entradas agotadas” para el
Trofeo Naranja. ¿Qué ha pasado en este lapso de tiempo para provocar este
cambio?
Es algo fácil de explicar. La compra del club por parte de Meriton, empresa del multimillonario singapurense Peter Lim, sumado a la revolución del equipo en el mercado de fichajes, han devuelto la ilusión a toda una ciudad. La plantilla ha sido sometida a una profunda remodelación, en que se ha tratado de eliminar lastres anteriores y traer a gente comprometida, joven y con hambre de títulos. No en vano el Valencia CF posee esta nueva temporada la plantilla más joven de los veinte equipos de la liga. ¿Cuáles han sido estas operaciones?
Bajas
La tarea más laboriosa de la
secretaría técnica este verano ha sido el apartado de bajas. Se ha trabajado en
ello hasta el último día de verano y es que ni más ni menos que veinte
profesionales han abandonado el club en un solo verano.
Las salidas más sonadas han sido
las de Jeremy Mathieu y Juan Bernat, al Barcelona y Bayern de Munich
respectivamente. Eran apreciados en el club, pero ambos forzaron para poder ir
a equipos de mayor envergadura. Otra salida poco esperada por la afición fue la
de Juan Antonio Pizzi, el técnico que devolvió algo de
ilusión al equipo el año pasado, tras una primera mitad de campaña desastrosa
interpretada por Miroslav Djukic. Sin
embargo, Peter Lim parecía tener muy claras sus intenciones con respecto al
puesto de entrenador. Los delanteros fichados la temporada pasada han salido
tras un año horrible: Postiga, Pabón y Vargas probarán suerte en otros equipos.
Otro dato a destacar es la esperada salida de Éver Banega, a quién los
aficionados llevaban seis años esperando, pero nunca apareció. Vicente Guaita
resultó finalmente el perdedor en la batalla por la portería que mantenía con
Diego Alves, y se ha marchado al Getafe. En total, un portero, siete defensas
(entre los cuales el díscolo Adil Rami, que se encuentra animando las
discotecas de Milán, o el cuestionado Víctor Ruiz, que nunca cumplió las
expectativas), siete centrocampistas más y cinco delanteros, se han marchado
del equipo. A ellos hay que sumar como hombre número veintiuno el
entrenador. Las demás salidas: Jonas, Jonathan Viera, Keita, Ricardo Costa,
Vinícius, Oriol Romeu, Cissokho, Míchel, Senderos, Guardado y el canterano Fede
Cartabia, éste último cedido para foguearse en otro equipo donde tenga más
minutos.
Altas
La faceta ilusionante del verano,
la otra parte de la revolución. Es cierto, el Valencia se ha desprendido de
muchos jugadores, pero ha necesitado armarse de otros tantos para poder aspirar
realmente a competir por entrar en puestos Champions este año. Aquí ha entrado
la poderosa mano de Lim y aunque algunos se hayan hecho esperar, al final se ha
logrado un conjunto competitivo.
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Como decíamos, el cambio radical
no se ha limitado al plantel de campo, sino que también hay nuevo entrenador.
Este es Nuno Espírito Santo, conocido por algunos por ser el ex portero del Deportivo
de la Coruña. Entrenó al Río Ave portugués durante dos temporadas, y la pasada
lo llevó a la final de ambas copas nacionales. A pesar de ello, sigue siendo
una incógnita con sólo dos jornadas jugadas, aunque la afición tiene puesta
muchas esperanzas en él. Los fichajes más aclamados han sido los dos
delanteros, Rodrigo Moreno y, llegado a última hora, Álvaro Negredo, tras una
buena temporada en el Manchester City ensombrecida por sus discrepancias con
Manuel Pellegrini. Estos dos atacantes, junto con el idolatrado Francisco
Alcácer, recientemente llamado para la selección, forman una tripleta temible
que puede dar pesadillas a muchas defensas. Una grata sorpresa ha sido el
centrocampista André Gomes quién ofrece buen juego y creación en el centro del
campo. Otros que se han adaptado
bien a este principio de temporada son Nicolás Otamendi, llamado a liderar la
zaga en la ausencia de Mathieu, y
Rodrigo De Paul, joya argentina que ha dejado buenos destellos cuando ha
jugado. Otras incorporaciones son Yoel, del Celta, como segundo portero, Mustafi
y Orban para repartirse la defensa, Joao Cancelo, promesa en el lateral
diestro, Zuculini, Filipe Augusto y Carles Gil, canterano que regresa de su
cesión de dos temporadas al Elche. José Luis Gayà no es una nueva
incorporación, viene de la cantera, pero también ha sido una agradable sorpresa
y ha hecho olvidar a Bernat con una rapidez asombrosa. Además, el Valencia
trató de hacerse hasta el último día con los servicios de Enzo Pérez, experimentado mediocentro del Benfica, pero las
negociaciones no llegaron a buen puerto.
En resumen, varias cosas han
vuelto a Mestalla con la llegada de Peter Lim. Entre ellas están la calidad en
el campo, la juventud y la ambición. Pero la más importante de todas es la ilusión.
La que hace llenar los estadios, renovar los pases y aplaudir feliz a toda una
afición. Ahora sólo falta una cosa por regresar a la capital del Turia, y es el
himno de la Champions. ¿Podrá ser en la siguiente temporada?
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