¡Habemus Papam!
Gianni Infatino ha sido elegido presidente de la FIFA en sustitución de Joseph
Blatter. Nació en Brig (Suiza) en 1970. Estudió Derecho en la Universidad de
Friburgo y habla seis idiomas: italiano, francés, alemán, inglés, español y
árabe. Lleva toda su vida trabajando en ámbitos legales y comerciales
relacionados con el fútbol. Empezó en la UEFA en 2000 y fue nombrado Director
de Asuntos Jurídico y Licencias de las Divisiones de Clubes en enero de 2004.
Fue nombrado Secretario General de la UEFA en 2009. De ahí que participara en
los sorteos de la Liga de Campeones (sí, es el calvo de los sorteos de la Champions). Las
suspensiones de Blatter y Platini, acusados de cobros desleales y corrupción,
le abrieron las puertas de la presidencia de la FIFA y ha aprovechado su
oportunidad.
Su elección ha sido
una sorpresa. El favorito era el Sheikh Salman Bin Ibrahim Al-Khalifa,
presidente de la Confederación Asiática de Fútbol. Pero en la segunda ronda de
votaciones en el Comité Ejecutivo de la FIFA el primero la batió por 115 votos
a 88. Periodistas bien informados explican que tres propuestas de Infantino
resultaron clave para hacerse con el apoyo de los países africanos y asiáticos.
La primera fue la ampliación del número de países que participaran en el
mundial; de 32 a 40. La segunda anunciar que su secretario general será
africano. Y la tercera prometer un incremento de fondo para las federaciones y
confederaciones miembros de la FIFA.
Estas propuestas y su
relación con Blatter y Platini han despertado grandes recelos. Por ejemplo, un
periodista del prestigio de John
Carlin le considera como un
continuador de la política de Blatter y califica a la FIFA actual como “… una
gran tomadura de pelo, un disparatado país de las maravillas que ni siquiera
Lewis Carroll hubiera sido capaz de inventar”. Pero también hay quien le da un
voto de confianza. En The
Guardian, David Conn destaca su conocimiento del medio, su carisma y su
sentido común, así como que en su programa prometiera transparencia, democracia y
recuperar el honor de la FIFA. Quizás por eso voló en una compañía de bajo
coste para asistir al partido entre el Swansea y el Norwich. No obstante, el
nuevo presidente de la FIFA se ha apresurado a anunciar que no siempre volará con este tipo de
compañías: “…Intento tomar siempre la opción más cómoda. Habrá ocasiones en las
que tenga que volar en un avión privado si no tengo la forma de llegar, si es
demasiado complicado o si he de visitar tres países en un día”.
¿Renovación o
continuismo? Veremos…
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