El mercado de invierno es, como su mismo
nombre indica, un tiempo frío, en el que intentar encontrar un jugador que se
adapte a tus necesidades causa una sensación similar a la que tendrías si te
encontrarás sólo en un bosque nevado y con el sol poniéndose detrás de las
montañas. Hace frío, nieva, y lo único que quieres es irte a casa. Allí fuera
no hay nada.
Así se encuentran muchos directores deportivos que
buscan entre la nieve un jugador que se adapte a sus necesidades, contente al
entrenador y ayude al equipo durante el segundo tramo de la temporada. Pero la
dificultad, como el frío en esta época del año, es máxima. Y es que ningún
equipo se escapa del invierno, ni tan siquiera aquellos que tienen dinero para
pagar la calefacción durante todo el año. Preguntar a los aficionados del
Barcelona si recuerdan la llegada de Maxi López al Camp Nou, nadie ha olvidado
eso. Lo llamaban la gallina López, y su posición preferida en Barcelona era la
tarima que hay al fondo de la discoteca Sutton, los únicos que aún hoy lo
siguen echando de menos. Pero si cogemos el AVE y nos vamos a Madrid, podemos
preguntar al aficionado merengue si recuerda a ese extremo veloz y vertical que
un día se sentó en el banquillo del Bernabéu, Faubert lo llamaban. Del
banquillo a casa y de casa al banquillo, así era la vida de Faubert en la
capital de España. Y es que hay jugadores que no se olvidan.
En el mercado de invierno los jugadores llegan con una
capa de nieve que no deja ver lo que hay debajo. Sólo los primeros rayos de la
primavera, que llegan al cabo de tres o cuatro meses, son capaces de fundirla y
mostrarnos qué narices hemos fichado. Normalmente, el descubrimiento suele
hacer jurar varias veces al director deportivo de turno que nunca más, por
mucho que le presionen, fichará durante el invierno. Pero como aquél que
después de pagar 50 euros por un forfait de esquiar se jura que esta es la
última vez, el director deportivo siempre acaba viéndose año tras año, yendo a
comprar por Navidad.
Quizás este invierno nos vuelvan a regalar un fichaje
inolvidable.
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