Hoy era el día. Sonaba pronto el
despertador por la mañana y es que las Ikapús inauguraban el Torneo Cañito en
el primer partido de la competición. El rival, nada fácil, se había presentado una
hora antes para calentar, preparar tácticas y demás historias. Pero las Ikapús
no son de fácil intimidación, y es que les basta con llegar 5 minutos antes del
partido para recordar el fútbol que llevan en sus botas.
Cierto es que los primeros
partidos transcurrieron de forma un tanto dramática para las Ikapús. Sólo hacía
falta ver las caras de algunas de ellas, que incrédulas se preguntaban qué es
lo que estaba pasando mientras los Coaches intentaban animarlas sin mucha
fortuna. Y es que los tres partidos iniciales se acabaron convirtiendo en tres derrotas (3-1, 1-0 y 2-0), después de
que las Ikapús fallasen todas las ocasiones que tenían mientras las rivales se
conformaban en acertar con los pocos chutes que la marea rosa concedía. A media
mañana, las Ikapús tenían más ganas de irse a casa que de seguir jugando
partidos.
Foto oficial de las Ikapús en el Torneo Cañito |
Pero como dijo Pep Guardiola en su día, el fútbol siempre te acaba devolviendo lo que le das. Las Ikapús consiguieron venirse arriba en el cuarto partido, después de que Blanca Lionel Casas marcara dos goles perfectos y Clara Rovira mantuviese la portería a cero. Y es que con las indicaciones de Jaume, el coach portero perfecto, Clara se adueña de los tres palos tal araña en su tela. Sin embargo, la fiesta siguió en el quinto partido donde las Ikapús consiguieron ganar por un contundente 6 a 0. Ana Feliu y Cristina Mezo con dos goles cada una demostraron que donde ponen el ojo ponen la pelota, mientras Mire Serra y la recuperada Cris Boada cerraban la goleada con dos goles estratosféricos, enseñando al mundo que las Ikapús han llegado para quedarse. El fútbol empezaba a ser justo.
Y es que yendo de menos a más,
las Ikapús conseguían meterse en las semifinales del torneo, algo que a media
mañana parecía imposible. Y allí esperaba un equipo imbatido, que había goleado
en todos los partidos del torneo y conseguido ganar todos los partidos disputados. Y es aquí donde
apareció la defensa de la marea rosa: Alba González, Júlia De Juan-Creix y
Maria Torras son la fuerza, la potencia y la actitud de este equipo que nunca se rinde. En defensa conforman un muro infranqueable, una pared de la cual
sólo puedes salir rebotado. Pues allí es donde se dio una y otra vez el equipo que
hasta el momento se había demostrado invencible. Y mientras descubrían lo que
era la impotencia, Blanca Casas volvía a poner la samba y Clara Rovira las
paradas para conseguir un empate mágico, que sólo se pudo deshacer en una tanda
de penaltis en la que la suerte acabó dando la espalda a las Ikapús. Eso sí, como
decían en declaraciones al final del partido: “El torneo no nos lo
llevamos, pero la sonrisa no nos la quita nadie”.
Así son las Ikapús. Un equipo
reinado por la amistad, el fútbol y el compromiso social.
Las Ikapús, un equipo de leyenda |
Nota: Las Ikapús son un equipo de fútbol femenino que viste de rosa en
apoyo a la lucha contra el cáncer de mama. Han empezado a realizar campañas de
sensibilización y en un futuro próximo empezarán a realizar campañas de
recaudación de fondos para la lucha contra esta enfermedad. Las puedes seguir
en Instagram: @team_ikapus.
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