El pasado nueve de diciembre, Enrique Cerezo, presidente del
Atlético de Madrid, anunció en la sala VIP del Vicente Calderón el nuevo nombre
del estadio en el que jugará el año que viene la plantilla dirigida por el Cholo Simeone. Para sorpresa de muchos, el nombre escogido fue Wanda
Metropolitano. Además, se presentó el nuevo escudo del equipo, en el cual se
representa un nuevo diseño que cambia la posición tanto del oso como del famoso
madroño, y donde el color de la franja pasa a un azul más oscuro. Estos dos
cambios al parecer no han tenido la aceptación que tanto la directiva como el
propio Wang Jianlin (propietario de la multinacional Wanda) pensaban, ya que gran parte de la afición se ha mostrado molesta.
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Bien es cierto que Wang Jianlin compró el 20% de las
acciones del Atlético, y que se encuentra en la posición número 18 de la Lista
Forbes, pero muchos (incluido yo) creen que la historia de un equipo como el
Atleti es mucho más grande que el dinero que pueda aportar este señor al club,
quién cree haberse incluido en ella por haber puesto su nombre en el nuevo
estadio. Personalmente pienso que no era la decisión adecuada incluir a Wanda
de esa forma tan descarada, pero la culpa no la tiene el propietario de esta
gigantesca empresa, sino los propios directivos del club que han elegido
venderse de esta forma tan sólo para tener contento al magnate y para que siga
apoyando económicamente a la entidad rojiblanca de forma activa.
Desgraciadamente, con el paso de los años las grandes
multinacionales y propietarios de grandes fortunas están adentrándose en los
clubes y, logrando que, a cambio de suculentas inyecciones de dinero, los
mismos pasen a ser una forma de publicitar su propio negocio. Hay varios ejemplos
de esto, el más claro es el del FC Red Bull Salzburgo, cuyo escudo es el logo
de la marca y su estadio es el Red Bull Arena. Luego están otros como el
Arsenal que, debido al apoyo económico de la compañía Fly Emirates, decidió
nombrar a su campo como Emirates Stadium.
Realmente, siempre he pensado que un club debe mantener su
identidad, lo que es característico del mismo y sus valores, sin tener en
cuenta lo que llegue de fuera por muy tentativo que sea porque, de ser así, al
final esto hará que la esencia de esa entidad se vaya difuminando, hasta
convertirse en un club negocio. Es en este punto donde se reafirma que lo más
importante de un club son los valores que este representa y su afición, y ambos
conceptos van de la mano. Es por ello por lo que pese a manchar el antiguo
Metropolitano como lo han hecho los actuales directivos al poner ese nombre, y
pese a que probablemente Wanda siga haciendo de las suyas en el club
rojiblanco, será siempre la afición la que esté ahí para recordar lo que
realmente es el Atleti: un club de los suyos, que nunca deja de creer y que
lucha hasta el final, partido a partido.
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Fondo en el que se situaba la afición del Atleti en la pasada final de Champions League disputada en Milán. |
2 Comentarios
Hola!
ResponderEstoy muy de acuerdo con el comentario de que la historia no se cambia con dinero, y que hay que evitar que el fútbol sea solamente negocio.
Aún así creo que el Atleti ha hecho bien. Es un equipo que en los últimos años (de manera milagrosa) ha llegado a competir con Barça y Madrid, cierto, pero también es verdad que sin una inyección fuerte de dinero el futuro del club a este nivel estaba condenado, sobre todo por hacienda que cada día se está poniendo más seria.
Al final en el futbol de alto nivel de hoy en día los "valores" y el "señorío" sólo se pueden mantener con una inversión monetaria brutal y cada uno saca el dinero de donde puede.
El Atleti ha encontrado en un señor multimillonario una manera de dar estabilidad a sus números, con dinero para poder invertir en un crecimiento estable y además manteniendo una competitividad altísima del equipo
En el futuro en España, ya que hay tantas diferencias económicas (reparto televisivo (que ha mejorado mucho este año, pero aun le falta mucho para llegar a un modelo similar al de la Premier), marketing, inversores, patrocinadores...) cualquier equipo que quiera competir una Liga tendrá que buscar la manera de encotrar muchos millones de euros y saber invertirlos con un buen plan a largo plazo, o bien esperar un milagro (un milagro mucho mayor que el del Leicester. En España es mucho más complicado que Barça y Madrid dejen de ganar en 18 de 38 partidos (como hizo el Arsenal, segundo clasificado de la Premier).
Javi
Estoy de acuerdo con lo que argumentas Javi, pero el problema es justamente este, que sólo pueda haber competición si hay alguien detrás que realiza una inversión estratósferica. Ahora quién mejor juega es quién más dinero tiene para tener a los mejores jugadores y los resultados están directamente correlacionados con el nivel adquisitivo de cada equipo. De allí que deberíamos empezar a replantear este modelo, tal y como empiezo a sugerir en el nuevo artículo que hemos publicado "El fútbol y su burbuja". Nos seguimos leyendo y gracias por el comentario!
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