El Atlético de Madrid llegó a Alemania con aires de finalista de Champions League. El conjunto de Simeone sabía que era mejor que su rival y salió al campo con una falta de intensidad inpropia de este equipo. Desde el primer minuto de partido, el Bayern se posicionó mejor en el terreno de juego y demostró más ganas e intensidad que el equipo del Cholo. Los balones divididos y aéreos siempre caían del lado germano, mientras Tiago y Gabi se veían sobrepasados por el despliegue de los alemanes en el medio del campo. Las contras fueron la otra gran arma del equipo alemán, con Son Heung-Min y Calhanoglu al mando, el Bayern fue un puñal cada vez que el Atlético de Madrid perdía una pelota.
Cierto es que las lesiones de Siqueira y Saúl desdibujaron aún más al Atlético, pero el partido ya iba en dirección alemana antes de que estos se lesionaran. Al final, el Cholo dió por bueno el resultado a sabiendas de que hoy no era el día. El 1 a 0 aún deja viva la eliminatoria y permite que esta se resuelva en el Calderón, donde el ambiente y la presión pueden ser descomunales para el Bayern Leverkusen.
Ahora bien, aunque los colchoneros acaben superando la eliminatoria, el Cholo debería tomar buena nota de lo que sucedió ayer en el BayArena. No se le puede pedir al Atlético de Madrid que gobierne el partido durante los 90 minutos, pues tampoco tiene un equipo y unos jugadores con la capacidad para hacerlo, pero sí que se le debe pedir intensidad, trabajo y sacrificio en cada balón dividido, pelota aérea o balón al espacio. Y ayer en el BayArena, fue el Bayern quién demostró estas cualidades.
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