El rendimiento que están dando
tanto Bravo como Ter Stegen en el F.C.Barcelona está muy por encima del que los
aficionados culés podían esperar. El portero chileno ha acabado la
primera vuelta habiendo encajado tan sólo nueve goles y siendo uno de los
pilares de las seguridad defensiva que transmite el equipo azulgrana. Por otro
lado, Ter Stegen ha demostrado que sabe jugar con los pies como si fuera un
jugador de campo más, con acciones espectaculares que demuestran que su
técnica no solo se reduce a lo que puede hacer con las manos.
El año pasado, los programas y las tertulias futbolísticas entorno al equipo
culé estaban llenas de debates sobre la portería: Courtois, De Gea,
¡Casillas!... un gran número de porteros sonaron para suplir a Víctor Valdés.
Al final, Zubizarreta se decidió por Ter Stegen, esa era su apuesta y ese era
su portero. Luego, con la llegada de Luis Enrique, el técnico asturiano decidió
fichar a Bravo por recomendación de Unzué, actual segundo entrenador y ex
entrenador de porteros en el Fútbol Club Barcelona. Unzué tenía muy buenos
informes sobre Bravo de cuando era el entrenador de porteros en el Barcelona y
encontró que ahora era el momento perfecto para ficharlo. Lo cierto es que cuando
el año pasado Víctor Valdés decidió no renovar por el club azulgrana,
reemplazar al que había sido el mejor portero de la historia del Barcelona se
antojó como uno de los grandes retos de la temporada 2014-2015. Lo que nadie
podía imaginar es que el ya ex director deportivo Andoni Zubizarreta, entre
tantos fichajes inexplicables como los de Douglas y Vermaelen, acabaría
fichando a dos porteros que harían olvidar a Víctor Valdés en menos de un
mes.
Ambos porteros han conseguido que
el debate sobre la portería ni tan siquiera se iniciase y es que
desde el primer día ninguno de ellos ha dado motivos para hacerlo. Y eso que
Luis Enrique no lo ha puesto fácil, ya que los alterna en función de la competición, algo que en el Camp Nou siempre ha generado debate, más si una de
estas competiciones es la Champions League.
Pero el rendimiento de ambos no deja lugar a dudas, no hay debate en la portería.
En esto Zubizarreta no se equivocó. En algo tenía que acertar, ¿no?
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