A mediados del siglo XX la Copa del Rey se jugaba una vez acabada la Liga y a diferencia de hoy, ambas competiciones gozaban del mismo prestigio. Pero desde los años 40-50 hasta ahora, ha ido perdiendo poco a poco su importancia. La globalización del fútbol y la creación de la Copa de Europa hicieron que pasara a un plano secundario en favor de la Liga y las competiciones europeas. A pesar de ello, siempre fue considerada una competición especial y distinta: por su formato (basado en eliminatorias), por los equipos (desde Segunda B hasta Primera División) y por su tradición (se remonta a principios del siglo XX).
Sin embargo, en la actualidad ha perdido todo el brillo que tenia. Ahora se disputa entre los meses de diciembre y enero, menos la final que muchas veces no tiene ni fecha ni sede. Pero, aunque también ayuda, no es su calendario lo que ha puesto a la Copa del Rey al borde del K.O. Lo que le quita la gracia es su formato: eliminatorias de ida y vuelta. Estas eliminatorias a doble partido son un lastre para todos los equipos, que priorizan la Liga, puesto que es la competición que da más ingresos y prestigio. Jugar dos partidos por cada eliminatoria les sobrecarga el calendario y les debilita físicamente, hasta el punto de que para muchos quedar eliminados es quitarse un peso de encima. El menosprecio hacia la Copa tendría solución con eliminatorias a un partido imitando el estilo inglés. Los equipos tendrían menos partidos, jugarían con mejores jugadores y sus opciones de ganar a rivales superiores serían mucho más amplias. El interés de los aficionados también sería mayor, los estadios dejarían de parecer desiertos de hormigón y la Copa volvería a recuperar parte del prestigio que tenía.
Pero... ¿Cómo es que nadie lo cambia? ¿Porqué ningún dirigente de la Liga o la Federación Española trabaja por hacer de la Copa un torneo más interesante? ¿No debería ser parte de su trabajo?
Pues no hay que ser un maestro del fútbol para entender la respuesta. Basta con vivir en España y conocer un poquito nuestras tradiciones económicas, nuestros políticos, banqueros... Si es así, no tendréis ningún problema. Tal y como hemos explicado, a un partido la competición gana en interés y emoción, sin embargo, las televisiones (que son las que ponen la mayoría del dinero en este negocio) pagarán la mitad por emitir la Copa del Rey, puesto que habrá la mitad de partidos. A dos partidos, la competición parece un torneo de pretemporada, con partidos que recuerdan al soltero contra casados de mi pueblo. Además, Barça y Madrid (grandes decisores si hay pasta de por medio) tienen más opciones de pasar ronda, aumentar ingresos, y de paso evitar ridículos coperos ante equipos humildes. Encima las televisiones pagan más y la Federación, la LFP, Barça, Madrid... acaban ganando más dinero.
De esta manera, muchas personas consiguen vivir del fútbol sin sudar ni una gota. Su principal tarea es decidir como organizarlo y entre otras muchas chapuzas, deciden que la Copa sea a doble partido y así seguir viviendo, nunca mejor dicho, como reyes. Una vez más en España el interés general queda supeditado al interés particular de aquellos que ya tienen mucho pero nunca suficiente, pronto tendremos que añadir esta praxis a nuestro libreto de costumbres y tradiciones.
0 Comentarios