El nuevo Real Madrid de Rafa Benítez está sorprendiendo a muy pocos.
Cuando Florentino Pérez anunció quién sería el nuevo entrenador del equipo
blanco, la mayoría de aficionados blancos podía intuir como sería el juego de
su equipo. Y es que después de haber entrenado a Valencia, Liverpool, Inter, Chelsea
y Nápoles, el estilo de juego que implementa Benítez en sus equipos no es
ningún secreto. Muchos lo han tachado de ser un entrenador defensivo, y aunque
me parece un poco exagerado, es cierto que Rafa ya ha expresado su prioridad por
recuperar el balance defensivo que tantos disgustos dio al equipo de Ancelotti
la temporada pasada, manteniendo la capacidad goleadora del equipo blanco. No
será tarea fácil.
Aunque es muy pronto para hacer este tipo de juicios, los primeros
partidos nos han mostrado a un equipo más sólido y conjuntado, menos generoso que
el año pasado a la hora de ceder espacios detrás de la defensa y con unos
movimientos defensivos más corales. En el eje de la defensa la pareja de
centrales Ramos – Varane es la que más gusta al técnico madrileño, el joven
central francés le ha ganado la partida al portugués Pepe y ha conseguido
hacerse un hueco en el once titular del Madrid. En el lateral derecho, Danilo y
Carvajal se disputan un puesto que todavía no tiene un dueño claro. Más fácil
lo tiene Marcelo, quién parece no tener competencia en el lateral izquierdo
después de la salida de Coentrao. A pesar de que al final no haya llegado David
De Gea, la portería también está bien cubierta con Casilla y Keylor Navas. Y es
que el intento de fichar al portero del United respondía más a un capricho
presidencial que a una necesidad real de la plantilla. Todo apunta a que Keylor
será el portero titular en Liga y Champions mientras Casilla deberá conformarse
con la Copa del Rey. Hasta el momento, el balance defensivo es el deseado y el
equipo no ha encajado ningún gol en las dos jornadas de Liga disputadas. Ahora
bien, también parece que la capacidad goleadora del equipo ha disminuido, como
se demostró en el primer partido de Liga ante el Sporting de Gijón o en los
partidos de pretemporada. Y es que en los puestos atacantes es donde más dudas tiene
Benítez. La posición de Bale, el rol de Jesé, el de James o el de Isco no están
todavía nada claros. Durante la pretemporada, Benítez usó varias veces el 4-4-2
en un intento de meter a James, Isco y Bale en un mismo once, pero el equipo no
se siente cómodo con este sistema de juego. Por ello, ante el Sporting y el
Betis el Madrid volvió al 4-2-3-1 con el que lleva jugando los últimos años y con
el que parece que volverá a jugar un año más.
De lo que no hay duda es que la plantilla con la que cuenta Benítez
está llena de calidad y será difícil escoger qué jugadores deberán jugar. La solución
idónea sería instaurar un sistema de rotaciones que permitiera al equipo llegar
descansado a final de la temporada. Ese fue el punto débil de Ancelotti el año
pasado, el técnico italiano exprimió al máximo a Sergio Ramos, Toni Kroos y Cristiano
Ronaldo durante el primer tramo de la temporada y los hundió físicamente. Con los
tres pilares del equipo habiéndolo jugado casi todo, el Madrid se vino abajo en
el momento más importante, cuando los títulos estaban en juego. Por ello, una
de las claves del nuevo proyecto de Benítez estará en el uso que sepa dar a sus
jugadores. Rafa tiene una de las mejores plantillas del fútbol europeo y
mundial, seguramente la plantilla con más calidad que haya entrenado nunca, tiene
donde elegir, pero tendrá que saber hacerlo si quiere triunfar en el Real
Madrid.
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