“Quién dice que el fútbol femenino no es fútbol se equivoca"

Patricia Mencos Gil de Bernabé tiene 20 años y estudia el tercer curso del grado de Educación Social en la Universidad de Barcelona. El fútbol es el deporte de su vida, el que le ha hecho madurar y crecer como persona a lo largo de todos estos años.

Emocionada nos cuenta como este deporte le ha hecho ser la persona que es hoy. Para ejemplificarlo comparte con nosotros lo que uno de sus entrenadores siempre le decía antes de saltar al campo: “Si caminas solo irás más rápido, si caminas acompañado llegarás más lejos”.  Y es que para ella el fútbol no es un deporte competitivo, sino un deporte colectivo a través del cual aprender y demostrar valores como la amistad, el trabajo en equipo, el respeto y la confianza en una misma.

Hoy, esta joven futbolista defiende los colores del Pubilla Casas en la Primera División Amateur del fútbol catalán y sigue disfrutando de este deporte con la misma ilusión que tenía de pequeña. Esta es su historia.

¿Cuál es tu experiencia cómo jugadora de fútbol?

Empecé a jugar en el equipo escolar del Sagrado Corazón de Sarria. Estuve varios años convenciendo a mi madre de que el baile no era lo mío, insistiéndole en que mi pasión era el fútbol y que mi mayor deseo era jugar en un equipo.

Jugar con chicos para mí nunca fue un problema. Alguna que otra vez escuchábamos al llegar al campo contrario que algunos niños se reían de nuestro equipo porque dos chicas formaban parte de él. Pero ello nunca nos importó.

A los 13 o 14 años nos dijeron que ya no podíamos competir contra otros chicos y que por lo tanto teníamos que dejar el equipo del colegio. Así pues, dejé el fútbol y empecé a jugar, primero a voleibol y más tarde a hockey patines.

Tras estar un año o dos sin tocar un balón, mi primo me preguntó si le podía acompañar al campo del C.E. Europa porque le habían convocado para hacer unas pruebas con el equipo cadete. Recuerdo que ese día les dije a mis padres que no podía ir al entrenamiento de hockey, cogí los tacos por si acaso y acompañe a mi primo al campo de fútbol. No recuerdo como fue, pero aquella misma tarde me ficharon para el equipo femenino mientras a mi primo lo descartaban para el equipo cadete.

Una vez en el Europa pude volver a disfrutar de este deporte que nunca debería haber dejado. Sin embargo, después de un par de años, en enero de 2010 llegó mi primera lesión grave: rotura de ligamentos cruzados en la pierna izquierda. ¡Qué inocente fui pensando que sólo tenía para una semana! Estuve esperando 5 meses para acabar mi etapa de crecimiento y así poder operarme sin ningún riesgo. Fue una operación dura, pero sobre todo, lo que fue peor fueron los 7 meses de rehabilitación.

Despúes de una temporada entera de rehabilitación, en la última jornada pude volver a los terrenos de juego. Fue un día muy especial con todos mis entrenadores, compañeras, familiares y amigos apoyándome en ese momento. Me sentí inmensamente feliz.

A la siguiente temporada, por discrepancias con los coordinadores del fútbol base del club, el equipo entero abandonamos el C.E. Europa y creamos un nuevo equipo femenino en la escuela  de fútbol Hristo Stocihkov.

Entonces la escuela de fútbol Hristo Stoichkov pasó a ser mi segunda casa. Recuerdo un inicio de temporada muy bonito, aunque acabó con otra lesión grave, esta vez, rotura de ligamentos cruzados en la rodilla derecha. No quiero extenderme en explicar cuáles han sido mis sensaciones al tener ambas lesiones de rodilla, pero si tuviera que volver al pasado, no cambiaría nada de ello. Este tipo de situaciones me han hecho crecer como persona, y estoy segura de que actualmente soy como soy gracias a ello.

Luego estuve otra temporada con el equipo hasta que me llamó un entrenador para presentarme un nuevo proyecto en el Pubilla Casas. Me encantó el reto y decidí aceptarlo. Ahora es el club en el que juego y sólo puedo decir que ir al Pubilla fue una gran decisión.

¿Cómo ha sido esta temporada en el Pubilla Casas?

Actualmente estamos en la categoría Primera Catalana Amateur.  Hemos conseguido una novena plaza cuando a mediados de liga nadie apostaba por nosotras y todos, incluso nosotras, veíamos el descenso a nuestra espalda. Ha sido la temporada más difícil de todas las que he jugado, supongo que por el rol que me he auto-adjudicado dentro del vestuario.

Ahora que se acaba la temporada, quiero destacar que estoy orgullosa de las jugadoras que forman el equipo y que nunca  han tirado la toalla. Pero sobre todo quiero agradecer a Lorena y Ferrán, la capitana y mi actual entrenador, las fuerzas que me han dado para acabar la temporada con una sonrisa en la cara.

Este año he tenido pocas molestias físicas, pero muchas psicológicas. El fútbol es un deporte muy duro en todos los aspectos y esta temporada he necesitado mucho apoyo, tanto del equipo como de familia y amigos, para tirar hacia adelante.

¿Qué es lo que más te gusta y motiva de ser jugadora de fútbol? ¿Y lo que menos?

Siempre me han dicho que lo que no expreso a la cara lo hago jugando a fútbol. Me gusta desfogarme corriendo detrás del balón, marcar goles y dar asistencias a mis compañeras. Ah, por cierto, soy delantera.

Cuando no juego a fútbol me noto diferente. Los días de entreno me despierto con una felicidad especial. Me gustaría poder jugar y aprender muchísimos años más, pero sé que mi cuerpo no me lo permitiría. Así que prefiero centrarme en el presente y prepararme únicamente para la temporada que viene.

Lo que menos me gusta de este deporte es el hecho de que te menosprecien por ser una chica, la actitud despectiva que tienen la gran mayoría de árbitros de nuestra categoría y obviamente las lesiones, que me impiden hacer lo que más me gusta.

Según tu amplia experiencia, ¿cuál  es la salud del fútbol femenino en España?

Personalmente, he notado un cambio muy positivo en lo que se refiere al fútbol femenino español. Actualmente son muchísimas chicas las que practican este deporte y que forman un equipo para divertirse. Hace unos años, cuando jugaba en el colegio, apenas éramos dos o tres chicas las que jugábamos a fútbol.  En lo que respecta al ámbito federado, creo que la mayoría de clubs tienen actualmente un equipo femenino. Las niñas empiezan a formarse desde pequeñas y con 13 o 14 años ya son grandes jugadoras.

El fútbol femenino de alto nivel es muy exigente. La Primera División es súper competitiva. Las jugadoras tienen una excelente calidad y juegan de forma impresionante. Es por eso que la gente, y me incluyo, hoy en día se anima a ir a ver y apoyar a estos equipos. Porque quién dice que el fútbol femenino no es fútbol se equivoca.

He visto muchos partidos de fútbol femenino en España y hay un gran nivel. Por ello no me sorprendió nada que el Barcelona llegara a los cuartos de final de la Champions League. Si el fútbol femenino en España sigue evolucionando así, estoy segura que en los próximos años algún equipo de la liga española conseguirá llevarse la Champions femenina.

A nivel de selecciones, ¿qué le falta a España para poder competir contra las grandes potencias mundiales?

Soy seguidora de la mayoría de jugadoras de la Selección Española, más que nada porque una gran parte juegan en el F.C.Barcelona y me encanta ir a ver sus partidos. Bajo mi punto de vista son unas excelentes profesionales del futbol. A pesar de que no seguí mucho la Copa del Mundo porque estuve fuera de España, tengo muy claro que es lo que le falta al fútbol femenino español para competir contra los grandes equipos como EEUU, Japón o  Alemania.

El problema no reside en la ausencia de profesionalismo de las jugadoras, sino en el desinterés incalificable por parte de la Federación Española de fútbol y de los grandes clubs españoles, que no apuestan ni invierten en sus jugadoras. Vero Boquete, Natalia Pablos, Vicky Losada, entre muchas otras, han tenido que emigrar a otros países europeos para alcanzar el éxito que el fútbol español no les ha brindado.

Aun así parece que el futuro será mucho mejor, sólo hace falta ver las categorías españolas sub18 y sub16, que han conseguido grandes logros como la conquista de una Eurocopa. Debemos confiar en el éxito que no cabe duda que tendrán.

Volviendo al territorio personal, ¿tienes alguna referencia o ejemplo  en el cual te fijes en tu día a día?

Leo Messi es mi debilidad. Pero considero que sería erróneo tratar de seguir su ejemplo  o el de otro gran jugador o jugadora, porque creo que cada uno es como es y cierta parte de la calidad futbolística de uno es innata.

Me fijo en compañeras y en muchas rivales de mi categoría, simplemente para tratar de autoconvencerme de que si confío plenamente en mi puedo conseguir todo lo que me proponga.

Para acabar, un pronóstico de Champions: ¿la Primera o la Undécima?

Los dos equipos no son santo de mi devoción, el hecho de ser seguidora del Barcelona no me ayuda en este sentido. Aun así, creo que esta Champions se la merece muchísimo más el Atlético de Madrid que el Real Madrid. A pesar de que no me gusta su estilo de juego, ha eliminado a grandes clubs y ha luchado hasta el final para conseguir llegar a Milán. Veremos qué es lo que sucede.