Philip Kerr ha publicado una nueva novela
–de momento en inglés, aunque supongo que pronto aparecerá traducida- sobre el
mundo del fútbol cuyo protagonista es Scott Manson, el entrenador – detective
privado. Ya tuve la ocasión de presentar las dos primeras entregas de la serie
en una entrada anterior (“Fútbol y
novela negra”). La tercera se titula False
nine (Falso nueve) y gira
alrededor de la desaparición de un futbolista que el PSG ha cedido al FC
Barcelona. Como siempre, la obra está muy bien ambientada. Recrea la industria
del fútbol con gran realismo. Al menos así nos lo parece a los que nos
aproximamos a este deporte como simples aficionados.
De nuevo, su punto fuerte es
abordar temas de gran actualidad. Así sucede, por ejemplo, con el auge del
fútbol en China, que se ha convertido en la gallina de los huevos de oro
respecto de los traspasos de futbolistas (el Jiangsu Suning ha pagado 50
millones por Alex Teixeira). Otro hecho que aparece es la muerte o
enfermedad de futbolistas. Y recientemente se ha producido el fallecimiento de Patrick
Ekeng durante un partido que disputaba el Dínamo de Budapest. Philip Kerr
también refleja la prohibición de fichar impuesta a clubs por las autoridades
deportivas por infringir la normativa. Parte de un hecho real: la sanción
impuesta al FC Barcelona por
contratar menores de edad. Otro de los temas reflejados es la relación de
futbolistas con la moda, los raperos, las bandas juveniles, o su querencia por
las armas de fuego. Y justo la semana pasada nos enterábamos (por ejemplo aquí)
de que Karim Benzema aparece en un vídeo del cantante Booba repleto de imágenes
de armas y drogas. ¿Y que decir de las redes sociales o el machismo?
Evidentemente también están presentes en la aventura de Scott Manson.
Personalmente, la novela me ha
gustado. Es cierto que no es alta literatura; pero consigue su objetivo,
entretener al lector. He pasado un buen rato siguiendo la investigación de
Scott Manson y aprendiendo de fútbol, sobre todo de lo que sucede en los
despachos y en los organismos oficiales. Con todo, me ha sorprendido
negativamente la resolución final de un dilema entre el Barça y el Real Madrid
al que el protagonista se enfrenta. Quizás me puedan mis colores, pero no me
acaba de encajar. Me parece muy poco verosímil tanto la solución a la que llega
como la justificación que ofrece.
Carlos Górriz López
Profesor
titular de Derecho Mercantil
Universidad
Autónoma de Barcelona
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