Entre Jesé y Gareth Bale


El Real  Madrid es el club con más secretos del fútbol europeo. Sus entresijos y cuestiones sin aclarar darían por escribir una trilogía al más estilo Tolkien. Desde hace años, lo que sucede en las oficinas del Santiago Bernabéu es materia desconocida para la mayoría de los mortales. Se trata de un club blindado, basado en un hombre fuerte y poderoso como es Florentino Pérez, persona con mucho dinero e influencia entre las autoridades más importantes del país. Florentino es hombre de negocios y dirige al Real Madrid como si fuera una empresa en la cual el principio de confidencialidad reina sobre el resto. Por ello, no seré yo el temerario que  se atreva a escribir sobre lo que sucede en los pasillos del Bernabéu. Para ello hace falta tiempo e imaginación, y voy escaso de ambos. 

Sin embargo, todo lo que se cuece en las altas esferas del club tiene repercusión en el día a día del equipo. El madridismo estos días vive tranquilo, a pesar de una paradoja que no acaba de entender causada por una banda derecha que trae de cabeza a más de uno. Esta temporada subió del Real Madrid Castilla el canario Jesé Rodríguez y a su vez se fichó por 101 millones al galés Gareth Bale, ambos para jugar por la banda derecha del ataque blanco. Después de media temporada, Bale no ha jugado ni la mitad de los minutos. Sus problemas musculares no le dejan jugar con normalidad y sus participaciones se cuentan en cuentagotas. El galés es muy bueno, pero necesita tiempo para adaptarse y ponerse en forma, ya que el físico es la base de su juego. Tiempo que por otro lado no tiene: costó mucho dinero y Florentino lo quiere rentabilizar desde el primer minuto. Por ello, cada vez que se recupera de una lesión vuelve a jugar de inmediato, lo que a largo plazo le provoca nuevas lesiones. Pero para Florentino no hay tiempo de adaptación que valga. Cada partido que no juega Bale el Madrid pierde dinero: de Bale se esperan goles y asistencias, pero también que venda camisetas y se haga famoso en la China, el Japón... o donde haga falta. Y todo esto no se consigue sentado en el banquillo haciendo compañía a los Morata&Coentrao S.A. 





Es aquí donde aparece Jesé. El canario juega por donde Bale y talento no le falta. Cada vez que sale le aporta algo nuevo al Madrid. Su frescura y potencia lo convierten en un diamante en bruto al que solo le hace falta tiempo para poderse pulir. Lo que le sobra de clase también le sobra de chulería, pero eso aún vuelve su juego más descarado. Si el Real Madrid fuese un club más normal, Jesé sería titular al menos hasta que Bale fuera la bala que era en White Hart Lane. Pero ya lo advierte Ancelotti, día si día también: "si Bale esta bien (bien= puede correr) entonces juega Bale". 


A todo ello, se puede deducir que Ancelotti hace la alineación pero Florentino le mantiene al día de sus gustos y preferencias. En el Real Madrid ya es habitual que el presidente haga entender al entrenador quién le gusta más. No es que haga la alineación, más bien le da su toque personal. Florentino tiene que amortizar a Bale,  al igual que tenía que hacer con Kaká, y ya sabemos cómo fue...
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